Dicen que la elegancia está en la sencillez, filosofía con la que comulgo; y para este platillo en particular, este dicho le queda como anillo al dedo. Una preparación sencilla cuya carta de presentación es el sabor y combinación de los ingredientes. Les muestro el paso a paso para que vean a lo que me refiero.
Primero vamos a pelar tres peras del tipo Bartlett a las cuales les quitaremos la cáscara corazón y semillas (así de sencilla va a ser el resto de la receta) posteriormente, pondremos en la licuadora las tres peras, queso azul, crema, una onza de leche y una taza de caldo de pollo; licuamos todo hasta que la mezcla tenga un aspecto homogéneo.
Terminado el molido, pasamos la mezcla a una olla y a fuego bajo, salpimentamos y moviendo constantemente la dejaremos cocinándose hasta que suelte el primer hervor, en este momento apagamos el fuego, agregamos una onza de vino blanco y dejamos enfriar unos 5 minutos. Pasado este tiempo, volvemos a poner la crema en fuego bajo hasta que vuelva a hervir. Rectificamos sazón y servimos. Esta crema se sirve con uvas frías y partidas por la mitad; se pueden usar verdes o rojas.
¡Completamente espectacular! Se siente primero el dulzor de la pera y después la fuerza del queso azul, de apariencia sedosa y consistencia ligera, además el contraste de temperaturas y sabores con las uvas es soberbio. Como decía al inicio de este post, un platillo elegante y sencillo, pero de una fuerza impresionante, la imagen que me vino a la mente al probarla fue de la actriz Audrey Hepburn. De los puntos que hay que cuidar al prepararla es la temperatura; ya que si la cocinamos a fuego muy alto, los lácteos pueden sobrecocerse y coagular o incluso quemarse.
¡Completamente espectacular! Se siente primero el dulzor de la pera y después la fuerza del queso azul, de apariencia sedosa y consistencia ligera, además el contraste de temperaturas y sabores con las uvas es soberbio. Como decía al inicio de este post, un platillo elegante y sencillo, pero de una fuerza impresionante, la imagen que me vino a la mente al probarla fue de la actriz Audrey Hepburn. De los puntos que hay que cuidar al prepararla es la temperatura; ya que si la cocinamos a fuego muy alto, los lácteos pueden sobrecocerse y coagular o incluso quemarse.
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