Esta sopa que actualmente se considera un plato de lujo, en sus humildes orígenes, era considerado un plato para la clase más pobre. Y la forma en que estaba conformado distaba mucho de la manera en que se conoce el día de hoy. Hoy quiero iniciar esta publicación comentando ciertas notas de lo que investigué en referencia al clam chowder.
Para empezar la palabra "chowder" es, aparentemente, una corrupción del vocablo francés chaudière (caldero) y proviene de la costumbre que tenían los pescadores de preparar estofados o guisos de pescado en estos aditamentos. En las nuevas colonias, esta costumbre tuvo que modificarse ya que al no tener las especies nativas para preparar estos guisados, hubo que echar mano de los productos locales, entre ellos, las almejas.
Esto en cuanto a la forma en que se cocinaba, ahora bien, las almejas en sus inicios fueron consideradas alimentos para los periodos de carestía y estaba relacionada con los primeros asentamientos ingleses en América; sin embargo, con el paso de los años y a medida que las colonias inglesas iban creciendo y fortaleciéndose, se rememoraba la hazaña de los fundadores de este nuevo país, para lo cual se hacían grandes celebraciones en las cuales se incluían los alimentos que, desde un punto de vista romántico, se consideró el sustento de estos grandes aventureros, y como pasa comúnmente, al volverse parte de una estructura político-social reservada para las grandes élites, un alimento que en su momento fue despreciado por estar relacionado con los indios americanos o con la clase más pobre (léase emigrantes de Inglaterra) se volvió un símbolo de abundancia y bienestar.
Ahora, basta de historia y entremos a la parte culinaria. En esta ocasión preparé un clam chowder estilo Nueva Inglaterra (existe otro estilo Manhattan, que es con jitomate). Para empezar se debe seleccionar una papa de tamaño mediano, y después de lavarla y pelarla, se cortará en cubitos.
De igual manera se procede con una cebolla, que será más o menos del mismo tamaña que el de la papa, sólo que ésta deberá estar picada muy finamente. Con esto listo, cogemos tocino (100 gr.), lo cortamos en cuadritos y a partir de este punto comenzaremos con la preparación de la sopa.
En cuanto está lista la cebolla, se ponen dos cucharadas de harina en la olla, se remueve hasta que ésta se integre y después se agrega el jugo de almeja (ya sea de las que vienen enlatadas o si las cocinaron ustedes) leche y una hoja de laurel, el fuego se pone en intensidad baja y se deja cocinar hasta que las papas estén blandas (aprox. 20 minutos.)
Esto en cuanto a la forma en que se cocinaba, ahora bien, las almejas en sus inicios fueron consideradas alimentos para los periodos de carestía y estaba relacionada con los primeros asentamientos ingleses en América; sin embargo, con el paso de los años y a medida que las colonias inglesas iban creciendo y fortaleciéndose, se rememoraba la hazaña de los fundadores de este nuevo país, para lo cual se hacían grandes celebraciones en las cuales se incluían los alimentos que, desde un punto de vista romántico, se consideró el sustento de estos grandes aventureros, y como pasa comúnmente, al volverse parte de una estructura político-social reservada para las grandes élites, un alimento que en su momento fue despreciado por estar relacionado con los indios americanos o con la clase más pobre (léase emigrantes de Inglaterra) se volvió un símbolo de abundancia y bienestar.
Ahora, basta de historia y entremos a la parte culinaria. En esta ocasión preparé un clam chowder estilo Nueva Inglaterra (existe otro estilo Manhattan, que es con jitomate). Para empezar se debe seleccionar una papa de tamaño mediano, y después de lavarla y pelarla, se cortará en cubitos.
De igual manera se procede con una cebolla, que será más o menos del mismo tamaña que el de la papa, sólo que ésta deberá estar picada muy finamente. Con esto listo, cogemos tocino (100 gr.), lo cortamos en cuadritos y a partir de este punto comenzaremos con la preparación de la sopa.
El tocino se coloca en la olla en donde se va a preparar la sopa; se agrega un chorrito de aceite y se deja dorar, una vez que el tocino esté crujiente, se retira de la olla, se pone sobre un papel absorbente y se reserva para usarse posteriormente. Mientras tanto, en la misma grasa que soltó el tocino, a fuego bajo-medio, se ponen la papa y cebolla que previamente habíamos procesado y se deja cocinar hasta que la cebolla esté transparente.
En cuanto está lista la cebolla, se ponen dos cucharadas de harina en la olla, se remueve hasta que ésta se integre y después se agrega el jugo de almeja (ya sea de las que vienen enlatadas o si las cocinaron ustedes) leche y una hoja de laurel, el fuego se pone en intensidad baja y se deja cocinar hasta que las papas estén blandas (aprox. 20 minutos.)
Finalmente, en cuanto las papas están suaves, se agregan las almejas, la crema (previamente desleída con algo de la sopa) y un poco más de leche, se remueve hasta que se integre todo, se deja calentando, sin que hierva y estará lista para el emplatado. Tradicionalmente se sirve en un cuenco formado con un pan redondo, pero como no tenía a la mano en esta ocasión, la serví en plato hondo y utilice el tocino frito que ya teníamos y perejil picado para adornarla.
Debo decir que no soy muy afecto a la comida con pescado o mariscos, sin embargo, esta sopa me gustó, buen contraste entre el sabor suave de la leche y crema con lo salado de las almejas y el tocino. También resulta divertido el juego de texturas (suave de la papa, crujiente del tocino y gelatinosa de las almejas) Sin embargo, si soy honesto, la sopa quedo "aguada" es decir, no tenía la densidad que suele tener una sopa de este tipo, creo que mi error fue ponerle agua al jugo de almeja, ya que esto contribuyó a la consistencia final; afortunadamente, es algo que se puede corregir muy fácilmente. Espero que la intenten en casa, sobretodo para aquellos que tienen prejuicios contra los mariscos, lo digo por experiencia.
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