martes, 20 de diciembre de 2011

Focaccia de aceitunas

Este es el típico pan de la región de Liguria (en la ciudad de Génova para ser más específicos) él cual fue creado por la falta de un pan de buena calidad y debido a que las condiciones de salinidad, humedad y climáticas no permitían que el pan leudara adecuadamente, favorecían su rápido enmohecimiento y en el mejor de los casos, se obtenía un pan de consistencia gomosa. El nombre focaccia es una derivación de la palabra latina fornus (horno) ya que este pan en sus inicios, se cocinaba en un horno de leña abovedado.


Entrando en materia o poniendo las manos en la masa; para preparar este pan primero esparcimos la levadura en un tazón con agua, dejamos reposar durante 5 minutos y pasado este tiempo, vamos a revolver hasta que se disuelva la levadura. Mientras tanto, en otro tazón colocamos la harina y sal y los mezclamos, hacemos un hoyo en el centro de la harina y añadimos el agua con levadura. 

 

Hacemos caer harina poco a poco de las paredes del hoyo y mezclamos con el agua con levadura hasta formar una pasta blanda. Taparemos y dejaremos esponjar 20 minutos aprox. hasta que leude y se observe espuma. A la esponja formada, añadimos aceite de oliva, vino blanco y mezclamos con la harina restante hasta formar una masa blanda y pegajosa. 


Acto seguido, ponemos esta masa en una superficie con harina y amasamos hasta que consigamos una consistencia homogénea y elástica. Añadimos las aceitunas que previamente hemos troceado (un picado mediano) y volvemos a amasar hasta que los ingredientes secos estén integrados en la masa, tapamos con una tela y dejaremos leudar en un lugar tibio hasta que doble su tamaño. 



Pasado el tiempo de leudado, vamos a sacar el aire a la masa, para lo cual la golpearemos con la mano extendida hasta que se desinfle por completo, posteriormente la frotamos en círculo y dejaremos en reposo 10 minutos. Pasado el tiempo de reposos, volvemos a estirar la masa en una superficie enharinada, formamos un círculo de 1 cm. de espesor y lo pondremos en una placa para hornear, que previamente ha sido aceitada, taparemos y dejaremos leudar hasta que doble su tamaño. 



Terminado este segundo leudado; apretamos con las puntas de los dedos la masa para dejar marcas de 1 cm. de profundidad; esparcimos más aceitunas picadas, tomillo y aceite aceite de oliva. Llevamos el pan al horno (el cual debe estar calentado con anterioridad) y dejaremos ahí hasta que esté cocido, asimismo; durante el horneado lo rociaremos con aceite para que al final adquiera un color dorado más intenso.


Para comprobar si está listo, daremos unos pequeños golpes en la base del pan y cuando suene hueco retiraremos del horno. Dejamos enfriar sobre rejilla de alambre y estará lista para servirse.


Este pan siempre es una apuesta segura, de corteza crujiente y miga suave, además de estar aromatizado con ingredientes totalmente italianos. Se puede comer solo (esta es mi primera recomendación antes de combinarlo con otro ingrediente) o con alguna carne fría, de preferencia aquellas de sabores suaves (pavo o jamón cocidos), también queda muy bien con quesos de maduración intermedia como el manchego. Este es un acompañamiento obligado para la comida italiana. 


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